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viernes, 3 de julio de 2015

No seamos mediocres...avancemos.

No seamos mediocres.


Es gratificante notar que mas y mas aficionados hacen uso de la literatura técnica. Un número cada vez mayor busca libros para ampliar sus conocimientos. De todos los periódicos, los que publican artículos instructivos dan a sus lectores reportajes objetivos sobre los mejores palomares. 

De hecho, no pueden funcionar sin los resultados de las carreras durante la temporada, pero esto toma un segundo lugar. Todavía hay mucho hueco para mejorar la literatura colombofila, pero indudablemente algún progreso se ha hecho.

Un escrito sobre las palomas debe ser tan completo como sea posible, y debe tratar todos los ángulos del deporte. En la mayoría de los libros, un aspecto ha sido olvidado completamente, o tratado superficialmente: Me refiero al aficionado en si mismo ¿qué diferencia al verdadero deportista? ¿Cómo piensa y actúa? Por esa razón, hablare sobre el antes que nada.


Un aficionado que posee un brillante historial deportivo y lo mantiene, se considera que tiene buenas palomas y que es un experto. Cualquiera puede ganar un buen premio de vez en cuando, y si lo hace se lo debe a una buena paloma. Solo si permanece en lo alto, más de uno o dos años, podemos llamarlo un experto. Si un aficionado adquiere algunas palomas de un palomar famoso, y solo obtiene resultados mediocres de ellas, se dice que compro las palomas, pero no su criador. 

Esto me conduce a la conclusión de que el verdadero criador, el experto, debe poseer ciertas cualidades. Ciertamente, las palomas deben ser buenas, el palomar debe cumplir ciertos requisitos, la comida debe estar balanceada, etc. Pero el aficionado mismo es el factor principal, el centro alrededor del cual todo gira. De el depende el éxito o el fracaso.

En mi opinión, las cualidades más importantes que un colombófilo debe poseer son: Paciencia, Carácter, un Ojo observador, y la Habilidad para concentrarse y planificar.

Paciencia significa lo mismo que: tranquila perseverancia. No importa el tiempo empleado en alcanzar la meta, siempre que la meta se consiga finalmente. La Paciencia es un requisito primordial. A menudo escribo esto en mis artículos para ‘De Duif’, la denomino: paciencia tenaz, paciencia Benedictina ¿Por qué Benedictina? La Orden de los monjes Benedictinos es la mas antigua en Occidente. Los monjes se ocupaban principalmente de estudiar y copiar viejos manuscritos. Todo se ponía sobre papel a mano con una pluma. En las librerías de los Monasterios todavía podemos ver esos tomos masivos, bellamente escritos y adornados con artísticas iniciales. Con frecuencia, un solo libro era el trabajo de un solo monje. Toda una vida empleada en un solo libro. Si eso no es paciencia, no se lo que es.



Puede tomar una vida construir un palomar, criar una raza, llegar a ser un reconocido colombófilo, pero demasiada gente espera ser famoso en poco tiempo, con un palomar de serie y palomas que solo cuestan unos euros. El éxito no viene tan rápidamente como eso.
Mientras que la Paciencia es sinónima de tranquila Perseverancia, el Carácter es el sello de una fuerte Personalidad. 

La Paciencia y el Carácter están inseparablemente unidos, son cualidades complementarias. Un hombre con Paciencia y Carácter sabe lo que quiere. Se traza una meta e intenta alcanzarla siguiendo un plan cuidadoso, del cual no se desvía a menos que la Experiencia le demuestra que no escogió el mejor camino. Entonces admite su equivocación y altera su plan. Lo altera, pero no lo abandona.

En Noviembre de 1961, visite a Emile Matterne en su casa de Overhespen (Tienen). Es profesor en el Royal Athenaeum de Malinas, y colombófilo en su tiempo libre. Esta completamente entregado a este hobby. Su villa esta justo en la carretera principal de Bruselas a Lieja, protegida del ruido por los árboles. Toda la planta alta ha sido convertida en palomares, y tiene más palomares en el jardín detrás de la casa. Su trabajo no le permite competir en distancias cortas, por eso solo compite en distancias largas.

Un colega de ‘De Duif’ usó mis palabras en un articulo titulado: ‘Campeón Nacional 1961‘, ‘La Paciencia es recompensada’, ‘Un palomar entero criado de palomas famosas’, ‘Ningún eslabón perdido en la construcción de la raza’, ‘Palomas con impecable pedigrí’, ‘Simplicidad, Carácter, y una masiva dosis de Paciencia’. Mis opiniones sobre lo que diferencia al campeón son compartidas por otros.


Visité a Matterne unas semanas después de esto, estaba especialmente impresionado por su método de selección. Los machos y las hembras jóvenes tienen palomares separados. Viajan desde Momignies, 96 kilómetros. Algunas hembras van tan lejos como Bourges, 512 kilómetros, porque después de todo Matterne es un fondista. Selecciona a las mejores después de la muda. Inevitablemente, incluso algunas de las mejores tienen que irse. Matterne no tiene otro camino, no puede mantenerlas a todas.

Los yerlings se acoplan, y se les permite criar dos pichones por nido durante toda la temporada. Se viajan desde 192 kilómetros al sistema natural, es decir, mientras incuban o crían ¿Por qué al natural? El aficionado aprende a conocer a sus aves; deben mantener el peso, o no son buenas. Las clasificaciones tienen relativamente poca importancia. Lo que importa es que con el sistema natural las aves adquieren experiencia y mudan mejor. Los yearlings mudan mejor al natural que en viudez. 

El sistema natural parece beneficiar su desarrollo físico. A los dos años van a la cesta para ser testados en vuelos largos. Pero no tan lejos como San Vicente, 1006 kilómetros. Los que pasan este test final con merito, están dotados para su trabajo, los difíciles concursos de fondo.

Este es su método de selección, al cual se adhiere estrictamente. Sus resultados lo justifican. Master de Bélgica un año, cerca en otros años.

Se necesita carácter y paciencia para descubrir que puede hacer una paloma, que necesita, y lo que el aficionado puede pedirle. Es lo mismo en todas partes, concursos cortos o largos. Puedo citar ejemplos para cada especialidad de nuestro deporte.

Supongamos por ejemplo, que une un macho y una hembra para intentar descubrir una buena pareja ¿Cuánto tiempo necesita para saber si el experimento resultó?
Le he preguntado esta cuestión a mucha gente, y apenas he recibido la respuesta correcta. Muchos dicen: ‘Lo sabré cuando viaje sus pichones’ ¡No! Un pichón esta aprendiendo, un yearling pasa un periodo de prueba, es solo cuando tiene dos años que pasa el test final. Por supuesto, estamos hablando de palomas que son juzgadas a la vista, que parecen prometedoras desde el comienzo, y que no muestran fallos o debilidades, que las incapacitan para las carreras.

Normalmente se abusa de los pichones; se viajan demasiado pronto, demasiado tarde, demasiadas veces, y demasiado lejos. Deben estar apareados para dar su mejor resultado. No se les deja madurar completamente. Muestran signos de desgaste demasiado pronto, y a la edad correcta no colman nuestras expectativas. Este círculo vicioso se repite una y otra vez. En la estación siguiente los pichones son enviados de nuevo a la batalla, debido a que las adultas no están rindiendo bien.



¿Quizás es cuestión del carácter del criador? Después de todo ¿Quién encuentra fácil dejar de viajar una buena paloma, y dedicarla enteramente a la reproducción? Conozco a algunos aficionados que cada año retiran a uno o mas viajeros cuando cumplen cinco años de edad, a pesar de que todavía pueden seguir ganando buenos premios ¿Por qué no? Tienen abundantes atletas jóvenes que incluso vuelan más rápido. Por otra parte, una pareja de viajeros retirados que no da buena descendencia tiene que irse. He conocido incluso palomas de dos años que fueron puestas en el palomar reproductor porque su descendencia era mejor que ellos mismos.

Hay que decir que tales medidas radicales, las cuales son síntoma de buen juicio y de sentido común, elevan la reputación del criador. Al aficionado exitoso con frecuencia se le llama maestro criador. Poca gente se da cuenta de que el éxito no es tanto una cuestión de conocimientos, sino de carácter.


Al escritor colombófilo con frecuencia le piden consejo los aficionados desafortunados, quienes lo consideran un experto ¿Pero quien realmente conoce a la paloma? Hay mucho que nos es desconocido, incluso para los aficionados mas experimentados. Conocemos poco de los muchos factores que hacen a una paloma una buena viajera. No obstante, hay ciertas cosas que son aparentes, fallos obvios que representan un serio handicap, y si aparecen en una paloma, entonces esa paloma debe ser eliminada.

Siempre que me pide consejo un aficionado, le hablo antes de dárselo. Debe saber en que se basa mi consejo. Puedo decirle: ‘Haría lo mismo si fueran mis propias palomas. Incluso las buenas deben irse; solo las mejores permanecen. Siempre alimentamos demasiadas palomas. Todo el mundo viaja buenas palomas estos días, pero solo las mejores ganan. La mejor paloma es la que gana premios regularmente, algunos de ellos grandes premios. Se gana su comida. Si solo gana grandes premios, es un crack’ Al final, el aficionado, que después de todo es el dueño de su propio palomar, hace lo que quiere. No necesita seguir mi consejo.



Muchas veces el aficionado es un entusiasta optimista. Apenas encontré un palomar visitado que no necesitara de una buena selección. Pero nunca estuve seguro de que la hicieran después de haberme ido. Tenía la impresión de que todo seguiría igual. Mi selección seria muy dura, al menos ante los ojos de ese aficionado en particular.

Es difícil hacerle comprender a la gente, que un pichón nunca mostrará mas cualidades que las que ya tiene heredadas. No puede corregir sus defectos físicos, ni estos desaparecen en tiempo de muda. Por otra parte, una paloma puede perder fácilmente las virtudes que tiene como resultado del mal cuido.

Con frecuencia, un pichón que no pasa mi test selectivo vuela bien, o incluso muy bien. Entonces le digo al aficionado: ‘Correcto; si quiere conservarlo, viájelo hasta el final, pero no lo use para reproducir’ Este normalmente es el caso con palomas que tienen un defecto que no es aparente en sus padres. Tal defecto en la descendencia con frecuencia indica el declive general del palomar, son pichones que no alcanzan el estándar de las palomas más viejas. El aficionado no lo ve, o no quiere verlo.


 Es extraño que estas aves imperfectas a menudo se prefieran a pichones que marcan menos bien pero están en perfecta forma física. Estos pichones subestimados pueden mostrarse prometedores como yearlings y deberían tener una oportunidad.

El fallo mas común encontrado en los pichones es la mala rabadilla. No hay nada allí cuando presionamos en la unión entre la cola y la espalda. La horquilla trasera esta demasiado separada del esternon. A la más ligera presión se curvan como la goma. Si se viajan al natural y con viento a favor, estos pichones tempraneros pueden ganar ocasionalmente algún premio. No obstante, no son valiosos para conservarlos y deben ser eliminados, aunque no es fácil convencer a un joven criador de esto.

Esto me lleva a mi tercer punto, la necesidad de un Ojo observador. Observar algo no es lo mismo que verlo.

Supongamos por ejemplo, que existe una peculiaridad en el ala de una cierta paloma. El propietario abre el ala y no ve nada. Se la pasa por alto, o quizás la ve, pero no le da importancia. Comete un gran error. Otro aficionado mira la paloma, abre el ala y la ve, aunque esta mirando el mismo ala. Si nunca vio esa característica inusual, se despierta su interés. Desea saber como esto afecta a la paloma, que consecuencia puede tener. Considera el fenómeno con cuidado y se beneficia de su observación. Si lo ha visto antes entonces inmediatamente puede dar su juicio sobre el ave. Un aficionado como este tiene un Ojo observador, la cualidad de un nacido criador.


‘Creo que el criador nace como tal. Si no tiene ese don especial nunca lo adquirirá. Con paciente tenacidad, buen ojo y oído, puede ganar cierta habilidad. Pero el éxito solo viene con la experiencia y con largos años de entrenamiento’ No veo razón para cambiar una sola palabra de esto. El nacido criador trabaja ampliamente por intuición. Observa la realidad instintivamente, y puede sentir instintivamente que algo es importante.

Mi padre, que vino desde Lommel, que por entonces, 1863, eran paramos vírgenes de Cempen, nació pescador y cazador, un verdadero furtivo, como mi madre solía decir. Acostumbraba a venir con presas cuando otros regresaban a casa con las manos vacías. Recuerdo que fuimos a Uitbergen un día. De repente mi padre se detuvo y dijo: ‘un conejo pasó por aquí anoche’ Nosotros, niños, miramos alrededor pero no podíamos ver nada. Mi padre se agacho y cogió unas deyecciones. 

Cuando las apretó entre sus dedos estaban secas como el polvo, por tanto la liebre estuvo allí hace algún tiempo. Cuando por la tarde pasamos por el mismo lugar habíamos olvidado todo, pero mi padre dijo: ‘Acaba de estar aquí’ Había excrementos frescos en el camino. Contó las filas en el campo de patatas y nos enseño exactamente donde pensaba que el conejo tenía su madriguera ‘Si tuviera un palo de un metro de largo podría ir y golpearlo detrás de las orejas’ Pero no teníamos ninguno entonces. Un conejo que fuéramos a cazar de esa forma habría salido corriendo, pero un nacido cazador se sentaría allí y esperaría hasta atraparlo. Mas tarde esa semana teníamos liebre para cenar, por tanto había un palo en algún lugar de la casa.


Jef Van Riel me contó una vez que consideraba que el difunto Gust de Feyter había sido el experto más grande en palomas. Un día oí la siguiente historia sobre Gust en un café de Amberes. Un conocido criador de la provincia fue a la ciudad a exhibir sus palomas. Cierto número de aficionados jóvenes estaban mirando las jaulas cuando Gust llegó. Después de estudiar las aves cuidadosamente durante un momento dijo: ¿Estas son sus mejores palomas? Si no piensa en algo rápidamente no tendrá palomar en pocos años.

Todos los que lo oyeron se quedaron asombrados. Seguramente el hombre no diría tal cosa a menos que conociera acerca de lo que estaba hablando. Ocurrió luego que Gust había acertado ¿Qué había notado Gust? Lo que todos notamos cuando es demasiado tarde, el nacido criador lo nota cuando el declive esta empezando, y el verdadero experto lo nota cuando todavía no hay síntomas que ver. Siente instintivamente que hay algo en el aire; no hay otra forma de explicarlo.




Cuando Jef Van Riel dijo este cumplido de Gust de Feyter añadió: ‘Al final Gust se pasó un poco. No podemos creer que nuestro juicio no sea tan bueno cuando nos hacemos más viejos. Me sucede lo mismo. Cuando comencé a usar gafas todo empezó a ir peor’
Jef es reservado por naturaleza. No es fácil hacerle hablar, especialmente en compañía de otros aficionados. Todavía recuerdo un tiempo en Brasschaat, cuando estábamos contemplando la carrera ciclista internacional ‘The Brasschaat Eigth’ desde la ventana del palomar de Jef Roelens. Los corredores habían pasado justo enfrente de nosotros.

 No puedo recordar quien mas estaba con nosotros exactamente, pero estaba Rene Stijnen, Jan Marissen, y Louis Peperman. Cuando los ciclistas hacían el circuito nosotros discutíamos sobre las posibilidades de Stanneken Ockers, German de Rycke, Rik I, y el resto de ellos, pues hace mucho tiempo. Entre tanto, miramos las palomas de Roelens, por supuesto. No dejamos pluma sin examinar. 

Todos dieron su opinión, pero Jef Van Riel permanecía en silencio. Cuando lo presionamos a decir algo todo lo que finalmente obtuvimos de el fue: ‘Si todos ustedes opinan que esta o esa paloma es buena, entonces supongo que deben tener razón’ Le gustaba mantener sus pensamientos para el mismo, y evitaba la argumentación diciendo: ¿Qué sabemos acerca de las palomas?

Debido a que era poco comunicativo, preparé mis cuestiones de antemano, e intenté hacerlas en el momento correcto durante mi visita. Me temo que no triunfé.



 El problema de envejecer y tener que usar gafas había cogido a Jef por sorpresa. Lo ve, dijo, hace un tiempo era capaz de verlo todo al instante, tan pronto abría la puerta del palomar por la mañana. Sabía exactamente: este esta ok, este esta llegando, y ese llegará en unos pocos días más. Ahora tengo que cogerlos uno a uno, e incluso entonces no es lo mismo como solía ser’
Cuando visité a Jef Van Riel en Donk, en Junio de ese año, era mi primera visita desde el pasado mes de Septiembre. El había ido a la ciudad, por tanto tuve la oportunidad de ver sus palomas. Algunas estaban en el palomar, otras fuera volando, Jef ya no tenía el tiempo ni el deseo para cuidarlas.

Cuando Jef regresó a casa y aparcó el coche en el garaje, comencé: ‘He vigilado tus palomas mientras volaban. Todavía hay algunas extras entre ellas’ El solo se encogió de hombros, pero no abandoné. Le enseñé tres dedos, y los separé para indicarle las tres últimas primarias, remeras con huecos de ventilación entre ellas como para dejar pasar un guisante. Jef se rió ‘Así que también lo has notado’ dijo. Cuando los viudos vuelan alrededor del palomar se ve que algunos de ellos no baten sus alas. Ellos justo se mantienen con los otros, y ellos son justo tan rápidos. Estos son los que tienen las tres remeras separadas. Sus alas no se mueven en absoluto, solo las últimas remeras lo hacen. Vibran ¿Puedes ver eso? Vibran literalmente.


Había leído ya sobre este fenómeno en libros científicos. El profesor Slijper y otros, lo habían notado y filmado en grandes aves de presa, que frecuentemente pasan horas haciendo círculos en el aire moviendo sus alas casi imperceptiblemente. Jef había notado esto en sus palomas, y no justo recientemente. Eso es lo que significa ser observador. A todos los aficionados les gusta vigilar el vuelo de sus palomas alrededor del palomar, pero ¿ven las cosas correctas? Ver y observar no es necesariamente lo mismo.

Cuando el famoso equipo ‘Van Riel’ enjauló 14 palomas para el concurso de Libourne, y todas las 14 se clasificaron entre las primeras, Vermeijen dijo: ‘nombre a los cinco mejores criadores y Jef estará entre ellos. Pero el es el mejor de los cinco para sacar lo mejor de una paloma’
Me gustaba oír a Vermeijen. Siempre había algo que aprender de el. Es cierto, tiene que nacer criador para obtener todo el potencial de una paloma. Tiene que ser capaz de ver lo que está para ser visto, y sentir que está en la paloma.

Fíjese en Louis Peperman. Tiene una paloma llamada ‘el pequeño 021’ (6419021-60) Puso este macho en mi mano después de la muda de 1960 diciendo: ‘va a ser algo bueno’ ¿Cómo marcó como pichón? Le pregunté. Entrenado hasta Dourdan, nada especial, pero siempre regresaba, dijo ¿Cómo va el pequeño 021? Le pregunté después de la muda del año siguiente. Fue hasta Orleáns. 

Cinco carreras, cinco clasificaciones al final de la lista. Pero el va a ser algo bueno. Al año siguiente: ‘Noyon, muy tarde, pero todavía insiste en que va a ser algo bueno. San Denis, demasiado tarde, pero da igual, el será una de mis mejores palomas’ Si un aficionado habla con tanta convicción es mejor no discutir con el; no con Peperman, quien raramente dudaba sobre lo que pensaba. 

En nueve carreras, el pequeño 021 nuca falló ese año, siempre marcaba alto en la lista: desde Orleáns, con el Club de Malinas y el Club de Zottegem; desde Dourdan con el Club de Lier; desde Bourges y Orleáns, con el Club de Merchtem, y duplicado con la Unión Brabant. En esta última carrera acabó primero del Club, y tercero de la Unión, fuertemente apostado en ambos. Siempre ganó las apuestas.



 En Zemst, el pequeño 021 fue el mejor de treinta y nueve viudos, tras el azul 934. Después de eso, cada vez que mencionaba una paloma, quería saber en que basaba Peperman su predicción de que sería un gran viajero ¡Porque siempre tiene muy buenas maneras! Había seleccionado 39 viudos para la temporada. Todos ganaron buenos premios, algunos de ellos varios primeros. Lo hicieron tan bien que no había espacio para ponerlos todos en la placa conmemorativa.

He oído decir a otros: ‘buenas maneras, promesa de buena paloma’ ¿Qué son exactamente las buenas maneras? No siempre es fácil encontrar palabras para explicar algo como eso. Cuando preguntaba mas, me decían: ‘Tan claro como la luz del día. Una paloma activa, siempre en fina forma; cualquiera podría señalarla de entre de un montón’ ¿Cualquiera? Eso es decir demasiado. Quizás otro nacido criador, un hombre con ojo para las palomas podría señalarla.

Finalmente, me gustaría citar un ejemplo de mis propias observaciones. Había ido a ver a un aficionado y a su hijo, que estaban muy satisfechos con sus palomas. Una carrera mas desde Dourdan y habrían acabado la temporada en el lado correcto. Aunque había un yearling que no marcó. Se me pidió mi opinión ¿Ha ganado algún premio? pregunté. Si, pero nada especial ¿Puede hacerlo mejor? 


Padre e hijo se miraron entre ellos. Lo hemos encestado cada domingo, desde finales de Abril hasta mediados de Julio. Primero lo viajamos al natural y luego en viudez. No es confiable. Gana un premio cuando no hay dinero en juego. Una vez marcó 11º, pero no estaba apostado. La semana siguiente apostamos fuertemente por el, y marco al final de la lista. Nos hizo eso dos veces ¿Le damos otra oportunidad, o lo ponemos en el palomar de reproducción? 

Respondí no a la última cuestión, porque había notado algo en la paloma. Mientras estuve allí, dos veces voló directo desde el piso a la claraboya, como un rayo. Sugerí viajar al yearling desde Dourdan, 362 kilómetros, apostado a mi cargo. Quería correr el riesgo. Después de vacilar ligeramente, el aficionado aceptó mi proposición. Pero ellos nominarían al resto de las palomas.
Conservo la lista de premios. La segunda nominada marcó 4º, el yearling marcó el 42º. Juntos ganaron la primera serie nominada de dos, y la cuarta sin nominar. Ganaron 3.051 francos belgas. 

Por supuesto, estaba corriendo el riesgo de que la paloma me fallara, pero el hecho de que había ganado antes dos buenos premios probaba que podía hacerlo, y su conducta me hizo pensar que estaba en gran forma. ¿Quién dudaría en correr tal riesgo? Ninguno de los aficionados había notado la conducta del ave, o no le habían dado importancia ¿Qué otra explicación hay? Cualquiera que sea la razón, habían sido poco observadores. Mas tarde les conté lo que había notado en la conducta del ave, y en efecto no lo habían observado.



 ¿Qué se puede decir de la memoria? Algunos tienen reputación de poseer mala memoria. Admiten que son olvidadizos. Si les envía a un recado, vuelven con mucho, o con poco, o con las manos vacías. La próxima vez les da una nota escrita; enseguida la ponen en un lugar seguro, y rápidamente olvidan donde la han guardado.

Todos conocemos el popular remedio para una mala memoria: hacer un nudo en el pañuelo ¿Qué ocurre cuando no tiene que usarlo para limpiarse la nariz? Todo esto es para mostrar que hay gente con buena y con mala memoria. Pero debemos de tener cuidado de juzgar precipitadamente ¿Qué dicen los expertos? Los psicólogos modernos rechazan la idea de que alguien puede nacer con una memoria defectuosa. 

Una pequeña minoría sufre un trastorno cerebral que eventualmente puede, alrededor de los 60 o 70, afectar a la memoria en cierto grado. La enfermedad, la arteriosclerosis, el exceso de alcohol, pueden acelerar este proceso, pero en el 95% de los casos, la memoria permanece intacta.



Por eso, al comienzo del capitulo, mencioné la habilidad para concentrarse como una de las cualidades vitales que el buen criador debe poseer. Cualquiera que desee hacer una buena tarea de algo, que quiera crear algo de importancia permanente, sea en su profesión o en su hobby, debe concentrar todos sus pensamientos en su plan. Debe involucrarse completamente en el, y no permitir que nada lo distraiga.

En Bélgica, enseguida nos damos por satisfechos a la hora de organizar algo. No nos preocupamos mucho, en la esperanza de que al final todo se resuelva por si mismo. La mayoría de nuestros aficionados son culpables de esta clase de negligencia. Pero un gran criador lo planea todo con anticipación, hasta el más pequeño detalle. Por eso los mejores criadores se definen ellos mismos como esclavos de sus palomas, y en muchos casos son correctos.

Probablemente no es necesario llegar tan lejos; un poco menos es suficiente. Pero conozco gente, muy eficiente en su trabajo, que no deja nada al azar. Se concentran completamente en su negocio o profesión. Sin embargo, en cuanto a las palomas, van al otro extremo, y lo dejan todo a la suerte.



Una buena forma de desarrollar la memoria, una verdadera ayuda para concentrarse en las palomas, es tomar nota de todo lo que ocurre. No conozco a nadie que lo haga mas a conciencia que Octaaf de Jonghe, de Wezembeek-Oppem; el puede responder mis preguntas a cerca de cada paloma que ha criado y viajado, justo desde la fecha en que comenzó con el deporte. Mantiene un fichero.

No quiero decir que mantener un fichero es un requisito esencial para triunfar en Colombofilia, pero ¿es pedir demasiado tomar nota de las parejas acopladas cada año? ¿Anotar la anilla de los pichones? ¿Mantener un historial de cada pichón, lo que le ocurrió, si siempre estuvo sano o enfermo, si se perdió y por que, si fue entrenado o viajado como pichón, como yearling, o como adulto? ¿Es demasiado mantener notas sobre las carreras, el viento y el clima, la temperatura y la distancia, el numero de encestadas, sus clasificaciones, y el numero de participantes en cada concurso?


 Solo toma un cuarto de hora a la semana
 mantener todos esos datos.




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